Mariana ¡Lucha por tus convicciones!
Mariana Osorno
Mariana siempre soñó con actuar. Desde niña imitaba escenas frente al espejo, estudiaba guiones en secreto y sentía una chispa inigualable cada vez que pisaba un escenario. Pero su familia no compartía su visión. Le insistían en que “eso no da de comer” y la empujaron a estudiar una carrera tradicional. Cuando finalmente se atrevió a dejar un empleo que no la llenaba para perseguir su sueño, llegó la tormenta: se quedó sin ingresos, con deudas acumuladas y sin red de apoyo.
Los primeros meses fueron un caos emocional y financiero. Mariana comía lo mínimo, vendió ropa, canceló servicios, y aprendió a vivir con lo esencial. Pero en ese distanciamiento forzado de los lujos y la estabilidad, encontró claridad. Se inscribió a talleres gratuitos de actuación, contactó a directores independientes, y trabajó como extra en comerciales, todo mientras ajustaba cada peso con precisión quirúrgica. Aprendió a optimizar su tiempo, su dinero y sobre todo, su energía emocional.
En lugar de escuchar las voces externas, Mariana comenzó a escucharse a sí misma. Se convirtió en su mejor aliada, su mejor representante. Usó las redes sociales para mostrar su talento, abrió un canal con monólogos grabados desde su celular y comenzó a recibir mensajes de productores y colegas. Poco a poco, lo que parecía un sueño irrealizable se transformó en una meta estructurada.
Hoy Mariana no solo actúa, también da clases de expresión corporal en centros comunitarios y ha encontrado un equilibrio entre su arte y su economía. Su historia nos recuerda que el verdadero cambio empieza cuando dejamos de pedir permiso para ser quienes somos, y empezamos a actuar —literalmente— en favor de nuestros propios sueños.